Mi conexión con la fotografía se dio alrededor de mis 15 años, en una búsqueda por expresarme, por hacer cosas, por crear.
En la dinámica de ver a través del lente, hacer click y entrar y salir del cuarto oscuro descubrí una manera de encuadrar realidades, pensamientos, sentimientos, ideas e ironías en un fragmento de tiempo y luz. Me di cuenta que podía conjugar mis pensamientos con objetos y hacerlos inmortales en una imagen. No quería parar de hacer fotografías.
Siempre me había gustado hacer cosas con mis manos y a pesar de que el resultado de un trabajo fotográfico puede ser un cuadro de 8 x 10, en ese proceso encontré un espacio para la plasticidad, el juego, los experimentos, la libertad.
En un recuento de imágenes
Mis temas y enfoques han ido cambiando, comencé haciendo fotografías de objetos encontrados, insectos desprevenidos, fotos de "las olas y mis pies". Después, planeaba más mis imágenes, escribía textos o poemas que las acompañaran, las cosas tomaban sentido.
Me paseaba en la ciudad. La vi desde una perspectiva diferente, la de la contemplación. Fotografié y me reencontré con Ensenada.
Alrededor del 2005 comencé a hacer fotografías de paisaje. Desde el principio me parecía un reto muy grande ya que puede ser difícil hacerle honor a la naturaleza. Sin embargo, las fotos fueron saliendo y las enseñanzas han sido muchas. El aprendizaje se daba desde el encuentro con mi entorno y mis propias capacidades. Creció en mi una sensibilidad por los recursos naturales de mi entorno, la historia y el patrimonio cultural de mi estado y mi país.
En 2006, comenzó el proyecto de "Bahía de los Ángeles y las Islas del Golfo", en donde hacíamos recorridos fotográficos, cada salida era un reencuentro conmigo misma, mi pasado y la naturaleza de mi entorno. A través de la fotografía conocí lugares, gente, especies, paisajes, caminos.
La cámara me lleva y ha sido mi acompañante en cada viaje desde que tomo fotografías, me mantiene con un propósito, no estoy sola.
-----
Estos últimos meses he estado trabajando en diferentes comunidades marginadas y esto me ha dado nuevas percepciones sobre la fotografía. Aquí describo algunas de las bondades que me mantienen enamorada y comprometida con esta práctica.
Bondad #1 - La cámara
Primero que nada, reconozco la capacidad de interacción que la cámara me permite y la posibilidad de establecer de lazos a partir de retratar a las personas. Con la cámara puedo lograr un acercamiento con la gente que no se cómo tendría sin ella.
A pesar de que puede ser considerado un objeto intrusivo y poco bien recibido para algunos, en mi experiencia la cámara ha servido como una especie de puente. Sin embargo, antes de cualquier instrumento o técnica, se antepone la empatía, la comunicación y el respeto.
Bondad #2 - La fotografía como práctica que incide en la realidad
Me he encontrado con el dilema al que se enfrentan fotógrafos que producen imágenes en zonas marginadas, se les cuestiona su función, al no contribuir directamente con la comunidad o problemáticas. Incluso se puede hablar del lucro a partir de la pobreza.
Sin embargo, creo que la fotografía es una práctica que puede contribuir directa y a veces inmediatamente en las comunidades. En mi caso, han habido ocasiones en las que fotografías sirven como muestra fidedigna de enfermedades, historias de vida y sumado a la vinculación con las personas indicadas se ayuda a sanar, a mejorar. Esto sólo nace de un compromiso hacia quien retratas, un poco de esfuerzo adicional es lo mínimo que se debe hacer.
Asimismo, los lazos para poder tomar fotografías en ocasiones se construyen a partir de la ayuda que puedas ofrecer en actividades cotidianas como lavar los platos, barrer, ayudar a cocinar o hacer artesanía. Esto se suma a posteriores y potencialmente mayores cambios que pueden surgir a partir de muestras y exposiciones que actúan como punzadas de la realidad.
Otros ejemplos se pueden ver desde la enseñanza de la fotografía como en el famoso documental "Nacidos en el burdel" en el que a través de la enseñanza y la producción de series fotográficas de manera colectiva se incide en la superación de distintos niños.
Bondad #3 - Las fotografías hablan
Se podrán ver cifras, estudiar tablas o leer estadísticas y notas sobre pobreza pero eso no se compara con contemplar una imagen. La imagen habla por si misma, toca fibras, punza en el rojo, resuena en el corazón. Una imagen puede ser un paso firme en el camino hacia una conciencia sobre las condiciones en las que muchas personas viven.
La lista sigue...
No comments:
Post a Comment