Wednesday, October 13, 2010

En un día más soleado



















La segunda visita a la Colonia 89 fue muy diferente. Aquel día pasamos la mayoría del tiempo adentro de la casa de la señora Alejandra, esta vez estuvimos en el patio de enfrente de la casa de los vecinos, quienes son familiares de la señora Alejandra. Ellos utilizan esa área para trabajar; hacer las hamacas, comer y convivir.






Llegamos alrededor de la 1 pm, acababan de terminar de comer. Unos sopes se recalentaban sobre un pequeño fogón en la tierra. Los señores, hermano y cuñado de Pedro (esposo de la señora Alejandra) retomaban el trabajo con las hamacas que la señora Alejandra había tejido. Las amarraban a maderas hasta que quedaran listas, al día siguiente saldrían a Puerto Peñasco a venderlas.

Rápidamente nos acercaron sillas, nos ofrecieron de comer y tomar. Tomamos un poco de refresco y Checo comenzó a entablar conversación con los hombres, hablaban acerca de la Colonia, cómo y cuándo se formó. CÓMO. Contaban que alrededor de los años ochenta comenzaron a emigrar familias de diferentes lugares de Guerrero, Oaxaca y otros estados para acá. Yo caminaba por el patio y sus alrededores, fotografiando todo y charlando con las señoras y los niños.

La pequeña Cynthia, hija de Aurora, de 2 años caminó sola hacia el terreno baldío a tirar el desperdicio, el cual era orgánico pero estaba en bolsa de plástico. Le encanta ir a tirar el desperdicio, dijo su mamá. Ella se me quedaba viendo y yo le tomaba fotos, después se las enseñaba y esto la ponía contenta. Se quitó su chamarrita y en sus pequeños brazos había muchas manchitas, en el hospital me dijeron que son hongos, dijo su mamá. Le tomé fotos para mostrarselas a Eva, quien es dermatóloga y podría ayudar.



Regresamos a las sillas del patio en donde seguían conversando y trabajando, los niños mayores de Aurora se alistaban para ir a la primaria. Le pedían dinero a su papá para unos exámenes y el se los dió. Yo les tomaba fotos mientras se alistaban y finalmente emprendieron camino por la empinada calle. En la cima de la calle se veían pasar los camiones sin embargo ellos caminarían, la escuela no está muy lejos.

"Félix" le dicen a Feliciano, hijo de la señora alejandra, quien iba saliendo de su casa con destino a la Universidad.




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